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Un maestro es mucho más importante de lo que parece, ya que es quien te enseña cosas nuevas. Los maestros causan un impacto en nuestra vida ya sea para bien o para mal. Así que tratemos de dar nuestro mejor esfuerzo y hacerlo de una manera más eficiente para los estudiantes.
Haz actividades dinámicas:
Cuando los alumnos hacen actividades más dinámicas es mucho más sencillo que se esfuercen en poner atención, entiendan con más rapidez, y lo más importante, que recuerden la información. A veces es un poco difícil tener ideas creativas para hacer la clase dinámica, pero no tiene que ser toda la clase de actividades. Lo importante es que aunque solo sea una cosa pero que sea algo que active a los estudiantes.
Aprender y no memorizar:
Muchas veces los alumnos participan en clase y parece que entienden, pero al salir del salón se dan cuenta de que no. El problema es que muchas veces se tiene la costumbre de hacer a los alumnos memorizar y repetir las cosas,pero de esa manera no están aprendiendo nada. Por eso, hay que darnos cuenta de si en realidad están entendiendo los alumnos o sólo están memorizando.
Tener paciencia:
Todos tenemos distintas maneras de aprender. Lo importante es lograr identificar qué manera se le hace más sencillo a los alumnos y ayudarlos de esa manera. A veces es difícil encontrar una manera de hacer más sencillo el trabajo para los estudiantes y por eso se necesita mucha paciencia, creatividad y perseverancia.
La paciencia la tenemos que aplicar en todo momento. Si el alumno parece que no entiende no lo podemos forzar. Por difícil que sea la situación, aunque hayas repetido constantemente las instrucciones y todavía no las entiende, respira hondo y repítelas con un tono calmado y tal vez con otras palabras para que sea más sencillo para el alumno. El peor error que se puede cometer es alzar la voz y tratar al alumno como un “tonto” (lo cual no es) . Ya que esto solo hará que el alumno se sienta presionado y se sienta mal o más nervioso, por lo que no va a poder poner atención y solo se va a inseguro.
Motivar a los alumnos:
Muchas veces cuando nos sentimos frustrados lo único que necesitamos es una palmada en el hombro y unas palabras de aliento. Así que algo que puedes hacer para mejorar tus habilidades como maestro es motivar a los estudiantes. Trata de festejar esos pequeños grandes logros. Cuando veas que va mejorando dale un cumplido para que el estudiante se de cuenta de que si está progresando. En el caso de que se equivoque por muy grande o pequeño que sea el error, trata de sacar lo mejor de ello. Hazle saber que cometió una equivocación pero sin regañarlo, solo para que se de cuenta y dile cómo puede mejorar. De esta manera el alumno entenderá que no estuvo bien lo que hizo, pero que ya sabe cómo hacerlo la próxima vez.
¡Sigue estos tips y vuélvete el mejor maestro!